Alemania se despega del «desacople» y negocia con China
Argmedios (Argentina)
Por Gisela Cernadas, desde Pékin
Scholz plantea la necesidad de cooperar con China, su mayor socio comercial y la segunda mayor economía del mundo, y no seguir una estrategia de desacople como la que promueve Estados Unidos.
El canciller alemán Olaf Scholz se reunió con Xi Jinping durante la mañana del 4 de noviembre, a un mes de cumplirse el 50° aniversario de las relaciones diplomáticas entre ambos países, constituyendo no solo el primer viaje del funcionario a China sino también la primera visita de un mandatario europeo al país asiático tras el XX Congreso Nacional del Partido Comunista de China.
Posiciones desplazadas
Alemania, cuya industria supo consolidarse como nicho de bienes de capital, se encuentra disputando esas posiciones con China. Ya en enero de 2010 conocimos que China había superado a Alemania como principal origen de las exportaciones a nivel mundial, con un valor aproximado de 1,2 billones de dólares (en ese momento, un 10% del total mundial) y, hacia finales de año, había superado a Japón como la segunda economía mundial.
El desplazamiento de Alemania como mayor exportadora no se dio solo a costa de productos de bajo valor agregado sino que incluyó un desarrollo por parte de China en las exportaciones de mayor contenido tecnológico. En el año 2020, por ejemplo, con exportaciones de maquinaria por un valor de 195 mil millones de dólares (un 7,2% de sus exportaciones), China superó a Alemania como principal exportadora de máquinas del mundo (con 191 mil millones de dólares). Así mismo, en los primeros tres trimestres del año, China superó a Alemania como segunda mayor exportadora de automóviles del mundo, con 2,11 millones de unidades versus las 1,91 millones alemanas.
Por lo tanto, es factible esperar que Alemania juegue en dos sentidos: por un lado, intentando no aumentar las tensiones con China para no agravar su situación económica, transformándola de un estancamiento a una recesión, y por otro, que aumente la competencia para recuperar su posición como potencia productora de bienes de capital. En ninguno de esos dos sentidos se incluye el desacoplamiento ni los ataques a Beijing promovidos por Estados Unidos, por lo menos en el corto plazo.
*Gisela Cernadas es economista y actualmente vive en China. Colabora para ARGmedios.